lunes, 1 de junio de 2015

Soneto al ratón caído.

Terna de cobre mal conectada
como tu única motivación,
último movimiento a traición
y tu roja luz queda apagada.

No te puedo controlar ¡qué liada!
y me dejas en la habitación
señalando contigo el rincón
en el que se marchitan las hadas.

Abandono en esta, mi insistencia,
mas solución juro encontraré
sin tener que cambiar resistencia,

pues en el cajón primero hallé
disfrazado de bella presencia
este ratón nuevo que usaré.

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