lunes, 29 de junio de 2015

cob|doc (IV)

La tontería de creerse poeta nunca dio para tanto.

O seguro que sí,
no ibas a ser tú
el primero en mirarse
por encima del hombro en el espejo.

Bueno, ¿y qué? 
hay que creerse grande
hasta para creerse grande.

Ya... luego hay que demostrar serlo,
y ahí ya mejor no entramos, ¿no?

miércoles, 24 de junio de 2015

De dualidades y semántica: lágrima o sonrisa.

No he leído mucho sobre la dualidad de las palabras. De hecho, creo que no he leído nada al respecto. Es raro, algún entendido en la materia habrá, ¿no?

La dualidad de las palabras, que no de su significado. De sobra es conocido el doble sentido de éstas dependiendo del uso que se les dé en según qué situación, tono con el que se las nombra, o intención del hablante.

No es ese tipo de dualidad del que hablo, no, yo me refiero a otro. Al tipo de dualidad que sólo depende del receptor que atiende a la palabra. De los dos sentimientos que en dicha persona despierta una frase con un mismo significado.

Inmarcesible (del lat. immarcescibĭlis):
1. adj. Que no se puede marchitar.

Recuerdo:
1. m. Imagen del pasado que se tiene en la memoria.
2. m. Lo que sirve para recordar algo o alguien.

Recuerdo inmarcesible.

Un recuerdo que no se puede marchitar.

Un
recuerdo
que 
no
se
puede 
marchitar.

Un recuerdo, en la memoria, que no se marchita.

lunes, 22 de junio de 2015

Vita pulchra est

Todo lo aquí importante
no es
no existe
no es en realidad
nada
no es nada

la oscuridad no es
no es oscuro
no negro
no es
es ausencia

La muerte no es
no es final
no nada
no es
es ausencia

El tiempo no es
no es medio
no todo
no es
es ausencia

La vida no es
no es principio
es vida
no ausencia
es materia
no tiempo
es arena
no oscuridad
es luz
no es muerte
es vida

es presencia

la vida
es.

domingo, 14 de junio de 2015

Calendario

Soy un calendario.

Uno de esos de
propaganda barata, de esos
de dibujos cutres y
tipografía maquetada.

Un calendario de esos fabricados
en peuvecé de cero siete
milímetros de espesor,
de los de papel cartón
con anillas en la parte superior.

Un calendario de esos circulares,
o con base flexible,
origami sencillo de estabilidad asegurada.

Un calendario
           irreductible
              irrefrenable
                 ininterrumpible.

Uno de esos de días contados.
De los de tres sesenta y cinco.
Un calendario ordenado
en cuatro columnas vertebrales.

Jornada tras jornada
el mismo color,
inamovible y sempiterna
llamada a la rutina.

Un calendario de jardín
con ramos de veinticuatro rosas marchitas
repartidos en estantes
de a siete,
en estanterías
de a cinco,
en paquetes
de a euro el minuto.

Asfixia de invernadero en
estación estival.

Un calendario histriónico
sin nada que decir.

Tanto ruido para tan pocas nueces.

Un calendario impasible
que día
            tras
                  día
espera eterno su fin.

martes, 9 de junio de 2015

Poema publicado en el nº 16 de la revista Relatos sin contrato

"Qué difícil dar en el clavo".
Dijo el martillo
al quinto giro de rosca
sobre el tornillo.

Cuán complicado vislumbrar el interior
de un sordo,
un mudo,
un ambos inclusive
o ninguno de ellos,
si eres ciego
tuerto
o bizco,
si eres nada de lo anteriormente dicho,
es decir:
nadie.

¿Cómo suenan
las torres más altas al caer?
¿Quién sabe dónde las pequeñas?
Cuántas tienen que seguir cayendo
para aprender a usar contrafuertes,
muros de contención,
cuántas para no hacer torres y hacer mares,
hacer islas,
y usar para ello solo agua
solo tierra
solo aire.

Abandonemos la esperanza de lo que no llega,
sólo así habrá sitio para la ilusión
de lo que pasa,
el buen sabor del instante.
Para soñar sin dormir en el futuro.
Vivir sin el aire del recuerdo.
Para ser, y no estar.
Ni ciego,
ni mudo.


jueves, 4 de junio de 2015

Lo que dices sin hablar

Me llegan al oído las palabras que no mientas
para resonar con decrépito temblor
en esta mente que apenas ya te recuerda.

Me dicen tus labios sellados
que siguen sin besar
de la misma manera
en la que hundíamos barcos en nuestro pasado.

Que las longitudes
se siguen midiendo por suspiros,
aunque haya ahora
puntos de partida
                   y no de llegada
a los que alcanzar.

Que no existe horizonte en el que nuestras siluetas
no se dibujen,
ni sueño que sin pesadilla acabe.

Que la poesía duele más
si piensas en quien te la mostró.

Me llegan al oído esas palabras que no piensas
en la realidad,
existentes tan solo en este cielo efímero que veo yo,
y nadie más.

Que suerte de tu imagen
poder mostrarse
con esa terrorífica nitidez
del que toca
                 huele
                    y saborea en sueños
los manjares que en vida
no es capaz de elaborar.

Que potencia la de la mente
que cree en el hiperrealismo
porque en él vive sin parar.

Que desgracia pensar tan siquiera
en la posibilidad de acertar.

Esto no es un poema al desamor.
Esto es un mantener la vista al frente
como ejemplo de continua derrota.

lunes, 1 de junio de 2015

Soneto al ratón caído.

Terna de cobre mal conectada
como tu única motivación,
último movimiento a traición
y tu roja luz queda apagada.

No te puedo controlar ¡qué liada!
y me dejas en la habitación
señalando contigo el rincón
en el que se marchitan las hadas.

Abandono en esta, mi insistencia,
mas solución juro encontraré
sin tener que cambiar resistencia,

pues en el cajón primero hallé
disfrazado de bella presencia
este ratón nuevo que usaré.