sábado, 4 de abril de 2015

Salas de espera

La escayola de los techos
sustenta impávida las fisuras del espacio.

Ante mí se dibuja
una sala de espera eterna
en la que perder el tiempo,
y las ganas.

Una ventana al vacío
tentando a la muerte.
La tristeza antiséptica
del que teme por su suerte.
Ansiedad atronadora del síndrome de hipocondría.

Almas infectadas
por bacterias infectando
los suelos desinfectados,
y un final infructuoso
saliendo despacio, entre maderas,
al final del callejón.

Y así es como un lugar tan blanco
se viste de rojo
para acabar tiñendo
las sonrisas de negro.


(Segundo poema recitado en el recital Versalando en Puerto Real).

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