martes, 19 de agosto de 2014

Caprichos

El caramelo de limón mañanero
de un domingo a principios de mes.
Un mes de vacaciones con viajes entre tus dedos.
Un libro a bajo precio en cualquier rastrillo de barrio bajo.
La camiseta de última colección,
de talla inapropiada.
Unas converse color rojo,
cordones negros.
El juguete de moda
para estos Reyes Magos
con el que jugar una única noche.
Un viaje para tres,
en el que sólo llegan a destino dos.
El ovillo de lana verde
deshecho a zarpazos de gata.
Baño caliente
de espuma blanca.
Ducha fría
calmante de aguas.
Oleaje torcido
a vientos de levante.
Un paseo entre callejones
en un día de lluvia.
Una carrera al tiempo
de salir corriendo.
Un garabato más
del que presumir en tus libros.
Una mierda sin recoger del suelo.
Una mierda pisada sin suerte.
Una mierda limpiada sin miramientos
contra el escalón de tu entrada.
El último chupito de la noche
antes de emborronar el suelo
con tus falsas historias.
El baile de fin de curso.
El fin de curso sin baile.
El cambio de curso de un río de aguas rápidas.
La negación constante.
El picor que rascar placenteramente
en la comodidad de tu cama.
Esos pendientes tan monos
que usar en una sola ocasión.

Un capricho de última hora.

Eso he sido yo.

2 comentarios:

  1. una que ojea tu rincón21 de agosto de 2014, 12:22

    "La negación constante" ¿y triplicada? ¿Aunque eso signifique un ojalá? ;)

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    Respuestas
    1. Simplemente constante...sin cantidad específica.
      Por suerte o por desgracia, no sé muy bien.

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