viernes, 4 de abril de 2014

Renacer

Qué hacer cuando tu hermano no está en casa sino dormir en tu misma cama de la litera. 
La de arriba.

Qué hacer cuando el alma está sedienta sino ahogarla en un mar de confusión. 
En el tuyo propio.

Qué hacer cuando no estás enamorado sino hacerlo de cada sonrisa y ojos con los que te cruzas, y escribirle lo mucho que os amáis. 
Como si te fuera a leer.
Como si os amarais de verdad.

Qué hacer cuando la noche se acerca impoluta sino esperar un amanecer cada vez más sucio. 
Para odiarlo después.

Qué hacer cuando te crees a salvo de todo, y de nada, sino pedir socorro a voces. 
Y no recibirlo en silencio.

Qué hacer cuando te queda tanto por hacer sino no hacer nada y lamentarte por ello. 
Y hacerlo después.

Qué hacer cuando no sabes qué hacer y además te da miedo saberlo. 
Qué hacer, en definitiva, sino volver a nacer.

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