sábado, 23 de marzo de 2013

Variedades

¿De qué me serviría aprender a contar, si siempre volviese de cero a empezar?
No. Contigo empezaré mejor desde cinco.
Por eso de la rima.

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¿Qué es el conocimiento de la esencia de cualquier cosa sino una mera excusa para parecer profundo?
Y, sobretodo, ¿qué es esto segundo sino una mera y recurrente excusa para meterla en caliente?
Total, todo se reduce a lo mismo al final. Y que no me vengan los entendidos con pamplinas sobre la reproducción y el instinto animal. Este instinto no es más que la pasión por el deseo carnal. El sexo por el sexo, y nada más.

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Es, en este caso, el miedo al desnudo la razón de tanta metáfora.
La autocensura consecuente de la libertad.
El bien y el mal a los pies del más hipócrita interés.
¿Ves?
Ya lo volví a hacer.

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