sábado, 29 de septiembre de 2012

Carretera y manta, que ya llegó otoño



Llega ¿por fin? el otoño, y con él el olor a tierra mojada. Quizás tengan algo que ver las ganas de llover que se habían guardado las nubes durante todo el año.
Llega también la humedad. Esa humedad que cala hasta el más recóndito lugar de tu ser, helándolo y haciendo que se estremezca cualquier atisbo de verano aún remanente en tu piel.
Me recuerda a la soledad.
Sigilosa y esquiva se acerca. Te hechiza. Y cuando te vienes a dar cuenta, estás andando sin conocimiento de causa y consecuencia por una playa vacía de personas y llena de suspiros. El agua mojada te empapa los bajos de los pantalones y los últimos envites del levante te despeinan las ideas.
Recoges los bártulos de tu mente y marchas sin ninguna dirección.
Arrancas el coche, y suena una canción:



Algún día inventaré el tanque de gasolina sin fondo para esos días de conducción interminable. Un día como éste, en el que la música en carretera y mis pensamientos me alejan y acercan a partes iguales de la soledad.

1 comentario:

  1. mmm señor xito bonita entrada me ha gustado bastante, y la canción...es de lo mejorcito =)

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