sábado, 5 de mayo de 2012

Haces calor

En la nuca, ahí mordería.
Cuando menos te lo esperes.
Que se enciendan alarmas y ericen todos y cada uno de los capilares de tu ser. Con o sin permiso.
Desearía poder hacerlo ahora mismo,
pero esta noche no hay estrellas fugaces en el cielo.
Recorrer con la llema de mis dedos toda tu espalda de arriba a abajo.
Como un suspiro fantasmal que se detiene justo antes de llegar al final para con jugar tu respiración.
Echar a arder el camino entre ombligo y deseo con el roce de mi piel.
Pero siguen sin haber estrellas fugaces esta noche.
¡Ay si pudiera parar el tiempo!
Pupilas enfrentadas y los últimos suspiros de placer entrelazados en el contacto de nuestros labios.
Y ya no son ganas de ti sino el ansia de devorar tu piel al ritmo que me marquen las pulsaciones de tu corazón.
Aquí y ahora. Haces calor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario