miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Qué sería del mundo sin las abuelas?

Bueno, ya acabó todo. A 31 de agosto escribo esto para ponerle fin a mi verano, aunque no a mis vacaciones, que por desgracia (sí, por desgracia) son indefinidas a día de hoy (si alguien necesita un ingeniero para algún chapú, de pelo graso o seco, no me importa, que me avise y le mando mi funícul...que diga currículum/o).
Como ya os decía, con la entrada de septiembre, se pone fin a la época del año más esperada por todos (excepto para los vendedores de mantas eléctricas). Este verano ha sido algo extraño, repleto de buenos y algún que otro mal momento, pero marcados todos por esta depresión post-Erasmus que me atormenta(¡aay Warszawa!, ¡que te jesho yo de menos!).
Y, para paliar esta situación de antipatía general, ¿qué mejor que volver a casa de la abuela (residencia durante mis últimos 4 años) para limpiar todo lo que no se ha limpiado durante dos meses y medio?, ¿no lo sabéis?, pues yo os lo diré: CUALQUIER COSA.
Dios mío(si es que existe) abuela, ¿enserio es necesario limpiar el polvo de detrás de las orejas del ciervo que adorna tu mueble-televisor desde hace veintidós años (desde que yo tengo uso de razón, que con 1 añito sólo pensaba en tetas...sí, como ahora, pero de otra forma) y que ahora mismo sólo sirve para sujetar el marco ese feo de plata podrida que da cobijo a la foto de mi comunión? (esperad que respire)
Que si por mi fuera lo tiraba. Sí, al ciervo también. Bueno, ¿y qué? Que sí, que ya sé que el ciervo es más viejo que yo, si sólo hay que verle la cornamenta abuela, que tiene casi el doble de cuernos que yo. Po' bueno, po' fale, po' pa' ti la perra gorda. Un momentín por favor, voy a limpiarle las orejas al dichoso cornúo este.

Bueno, ¿y qué me decís de la ingente cantidad de cuadros, fotos, y marcos con la foto de serie que viene cuando la compras en el chino?, ¿qué abuela?, ¿que no es la foto que venía con el marco?, ¿cómorl?, ¿que es la foto de boda de la hija del hermano del abuelete del quinto?, madremía, ¿y qué hacemos nosotros con esa foto, por qué no la tiras? Ahh...que él tiene la foto de boda de mi madre...aah, que también tiene...¿qué?, ¿la primera foto que me hizo mi madre en la playa en bolas?, ¡Joder!, ¿y por qué no tengo yo la foto de su nieta en la playa nudista del Palmar (delpalmar estaría yo harto si la tuviera)?
Señores, hé aquí el código de honor de las viejas glorias. Es un códice por el cuál se guardan mutuo respeto y afecto con el intercambio equitativo (sigo sin ver la foto de su nieta por ningún lado) de retratos con familiares cercanos, y posterior colocación en cualquier mueble, mesa, u/o estantería del salón.
Y ni se os ocurra preguntarle quién es. Porque da igual que cuando tú le digas: "¡Agüela! ¿Te acuerdas cuando chicuela?"; ella te responda: "¡Ay no, cariño mío! Ya mi cabeza no está para tanto"; que si le preguntas por alguno de los familiares extraños retratados que hay sobre la mesa del salón, vas a sufrir horas y horas de interminables historias de cuando el tito Paco vivía. No, no me refiero a Franco, que también, sino al famoso tito Paco que todos tenemos que se pone como un tomate en las bodas y baila dando brinquitos con la manita metida bajo el brazo.

En fin señores, como podéis ver, esto de vivir con una abuela es una ardua tarea con altos niveles de riesgo aburritivo (no, no lo busquéis en el diccionario de la RAE, que no existe). Aunque tiene su lado positivo, como cuando siempre me trae Kinder Sorpresa a la salida del colegio, o me mete 5 cinco euros en el bolsillo del pantalón, cogiéndome la mano, con cara de "Cállate, cógelos y no le digas nada a tu madre" mientras me dice bajito al oído: "Pa' que te compres un chicle, anda".
Porque, ¿qué sería del mundo sin las abuelas? Probablemente, un mundo menos limpio y más aburrido (por lo de los adornos del siglo catapún en el salón).

viernes, 26 de agosto de 2011

Deseo...

Deseos. Hoy os voy a hablar de los deseos. Deseables e indeseables, si acaso un deseo pudiera ser esto último, aunque sí que estoy seguro de que sí pudiera convertirse en ello, en deseo indeseable. Hay que tener mucho cuidado con lo que se desea. Al igual que, o tal vez a consecuencia de, ver pasar una estrella fugaz, soplar un pequeño capilar desprendido de nuestras pestañas o incluso apagar todas las velas de nuestra tarta de cumpleaños de una vez (se me antoja una acción más complicada con el paso de los años), el pedir un deseo es un hecho arbitrario. Por ello, como cualquier hecho al azar, un deseo cumplido altera el curso de un camino ya marcado, del sendero a un destino proyectado sobre el futuro; y, en una muestra de su soberana rebeldía, puede que dicho sino actúe en contra de nuestra ambición y egoísmo mal logrando nuestro deseo, volviéndolo así en indeseable. Un deseo mal logrado y malgastado, convertido muy a nuestro pesar en pena y hastío.
He de confesar que anoche deseé con todas, aunque pocas en dicho instante, mis fuerzas y mis ganas (éstas si eran inmensurables) que el tiempo se parase en el mismo lugar que, aún sin querer, soportaba mis golpes de agua dulce sobre su arenosa superficie. Mismo lugar, pero no momento. El inolvidable fragmento de tiempo elegido transcurrió, válgame la redundancia, hace tiempo ya. Aunque no el suficiente como para que el oleaje de días, meses y agua borrase lo allí sucedido, cuando bajo una primaveral luz de luna me lancé al abismo de tus encantos, poniéndole nombre a algo innombrable.
Pero ya veis, aquí me tenéis recreando en estas letras mis ahogados sentimientos de última hora. Un deseo mal logrado, malgastado, aunque no por ello indeseable, pues aún añoro ocurra lo deseado. Pensándolo bien, quizá por suerte y no por desgracia, esa irrepetibilidad del momento es lo que lo hizo y, aún a día de hoy, lo hace inolvidable.
Volviendo al asunto del azar de los deseos, quién sabe, quizás dichos sucesos aleatorios no lo sean tanto, y solamente formen un simple grano de arena más en nuestro caminar. Lo cual demuestra de nuevo que en este mundo en el que vivimos no existe más justicia que la de aquél que se la crea y cree por su propio bien, en el caso de que a eso se le pueda llamar justicia, claro.
Sin más que decir, deseo (de verdad, de corazón) que les vaya bien o, al menos, mejor que a mí.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Cobachadas mentales

¡Hola de nuevo a todos! Como habréis notado, he hecho algún que otro cambio por aquí. Bueno, sé que no lo habéis notado, por eso os lo digo para que os fijéis, nueva cabecera, cosas inútiles (no por tontas, que también, sino por que no son útiles) en los lados, y un maravilloso contador de visitas, al que yo llamo Autosatisfaccionómetro, que se mueve menos que los lumbares de Paquirrín.
Ya puestos a introducir cambios, me he decidido a crear de una vez unas etiquetas que dividan mis entradas en diferentes categorías para que lo tengáis más fácil al buscar una de ellas para enviársela a todos vuestros conocidos deseando que la lean para que sigan difundiéndola por todo el mundo hasta que yo sea mundialmente conocido, o lo que es lo mismo, que me aburro mucho y no sé cómo matar el tiempo. Pese a todo, con esta entrada crearé una de las primeras etiquetas, supongo conocida por algunos de vosotros ya, en la que irán a parar todas esas "Cobachadas mentales" que le darán nombre a la misma.
¿Qué son las "Cobachadas mentales"? Pues no tengo ni la más remota idea. Supongo que tonterías, como todo. Pero para que decidáis por vosotros mismos, aquí os dejaré una que escribí hace mucho tiempo ya. Espero os guste.

<<
¿Existe vida antes de la muerte?
¿Existe la muerte después de la vida?
¿Vives tu vida? ¿o tu muerte?
¿Vida después de vida...muerte siguiendo a muerte?

O quizás...¿vida después de muerte?, quién sabe, quizás sólo sea necesario un cerrar y abrir de ojos, en este preciso orden, para pasar de un cuerpo a otro, de un universo a otro.
Otro universo paralelo o tal vez perpendicular, ya que se cruza con el primero (¡ojo! se cruza, no se choca, conceptos diferentes son un cruce y un choque de universos) un cruce entre universos en un punto, ese punto que eres tú.

Prueba a hacerlo, cierra los ojos y ábrelos de nuevo. No tengas miedo, si ocurre lo imposible, no recordarás esta vida, por lo cual no sentirás tristeza o pena por lo perdido. Puede ser interesante, apasionante incluso diría yo.
Piénsalo, ahora mismo eres tú, y en un pestañear de ojos, cualquier otra persona o cosa, lo mismo hasta pasas a ser yo, o incluso tú mismo de nuevo, pero en otra situación, otros tiempos, otra vida diferente a la que "vives"; puede suponer una mejora incalculable, y si no es así, siempre te queda la opción de volver a pestañear y reaparecer en la misma Pandora junto a James Cameron. (n. del. a.: No he visto la película, simplemente no aguantaba más sin escribir una gilipollez)

¿Sigues sin decidirte?, ¿sigue sin llamar a tu puerta la curiosidad?, ¿o sigues teniendo miedo?
Quizás le tengas mucho apego a este mundo, a esta vida que ni siquiera sabes si es real.
Dí, ¿le tienes mucho apego a este mundo?, ¿qué temes?, ¿perder algo importante para ti?, ¿qué exactamente?

Podría terminar esto diciendo que aproveches tu tiempo al máximo, día a día, minuto a minuto; que no lo dejes escapar, que le digas "Te amo" a esa persona que ahora mismo tienes en mente, y mil cosas más como estas, pero seguramente pensarás que estoy gilipollas (si no lo piensas ya) y que he terminado de perder la cabeza (si en algún momento la tuve entera), y además, no sirve de nada decir un "Te amo" sin reciprocidad o con impedimentos de por medio, de nada sirve los esfuerzos por aguantar el tiempo, siempre se escapa, segundo a segundo...sin duda la mayor pérdida del ser humano en toda su historia, el tiempo.
Tampoco serás capaz de aprovechar tu tiempo al máximo, por dos sencillas razones, primera: estás leyendo esto; y segunda: recuerda, quizás no seas tú, sino otra persona que sí se haya atrevido a pestañear...

Y ahora respóndeme: ¿Existe vida antes de la muerte?
>>

jueves, 18 de agosto de 2011

Baños de luna llena

Y,
como si de una bervena de sentimientos se tratara,
tu oscura superficie de ondeantes suspiros de blancas luces se fue inundando
pequeños reflejos plateados que iluminaban mi mirar
al tiempo que con suaves olas
tu inmensidad ganaba terreno a la insufrible orilla de mis deseos.
Deseos los míos de fundirme entre tus cabellos de vaivén
que vienen y van en una iluminada noche de verano
rodeada de cantes y sonrisas al pie de una hoguera.
Todo ello bajo una invocadora de pasiones llamada luna,
Luna llena,
llena de recuerdos jamás vividos en mi memoria,
en mi memoria y en la tuya,
que siendo tan diferentes siempre firman con el mismo nombre o,
al menos,
con la misma razón de existir,
La nuestra.

sábado, 13 de agosto de 2011

Un mundo sin fin

"Durante un instante, ambos se quedaron contemplando el río. En la grisácea luz de la mañana, el agua tenía un color plomizo. La superficie no dejaba de cambiar de tonalidad ni un instante: reflectante como un espejo o profundamente negra con formas irregulares; eternamente cambiante, eternamente inmutable."
Este fragmento de texto perteneciente al libro que da continuación a Los pilares de la Tierra y título a esta entrada, y en especial las últimas cuatro palabras, desarrolla, no sólo la sucesión de hechos de las dos obras literarias, "eternamente cambiante, eternamente inmutable", sino que describe muy acertadamente el paso del tiempo sobre nosotros, sobre la historia real de nuestras vidas, de nuestra sociedad y de la humanidad.

Si os creéis muy valientes y muy temerosos, leed el libro. Bueno, mejor leeos los dos, primero Los pilares de la Tierra, y luego éste, Un mundo sin fin. No, no es que sea un libro aburrido o algún tipo de castigo enviado por el karma, no. Si fuera así, se lo enviaría sólo a la gente que no puedo ver (como Dios, los fantasmas, los espíritus que hablan por la ouija o a través de médiums, etc). El problema son las 1100 páginas que tienen cada uno de los dos. ¿Son entretenidas? Sí, ciertamente sí. Encontraréis varias tramas entrelazadas unas con otras de principio a fin del libro. Aunque si os leéis los dos seguidos, o con algunos meses entre medias como yo he hecho, pues todas las tramas os resultarán muy parecidas. Aún así, os los recomiendo. Además de que será toda una aventura conseguir terminarse los dos libros sin perder la vista en ello, cuando seáis viejecitos podréis vacilarle a vuestros nietos de que lo hicisteis.

Pero no es ahí a dónde yo quería llegar. Quería hacer una pequeña reflexión sobre la invariabilidad dentro de lo cambiante que es la sociedad. Promesas no cumplidas en la lucha por el poder, opresión sobre clase obrera, abuso de autoridad, manipulaciones de la Iglesia, etc. Éstos son algunos de los temas tratados en este libro ambientado en la Edad Media, pero seguro que alguno de ellos, sino todos, os suenan de la actualidad también.

Y esa es mi reflexión. Como veis es pequeña, como os había dicho, pero bueno, eso fue algo que pensé anoche cuando me terminé el libro. Y como no tenía nada a mano para plasmarlo, me lo he ido inventando esta mañana sobre la marcha. Además, como reza el nombre del blog, al pensar miento al pensamiento.

P.S.: Si sois fácilmente excitables, no os recomiendo la lectura de los libros, ya que estaréis empalmados/húmedas cada cinco minutos. Se ve que al Ken Folleteo éste le va el apellido como anillo al dedo.

viernes, 12 de agosto de 2011

"Escribo" luego existo

Tras muchas vueltas, tras muchos intentos, y tras muchas peticiones, héme aquí, golpeando el teclado con mis neuronas de forma incoherente para que vosotros os deletéis con el conocimiento de que siempre habrá alguien que escriba más tonterías que tú.
Como podréis observar, no es ésta la primera entrada que escribo. Pero como vi que en un principio ni mi madre hacía caso a lo que escribía, decidí hacer esta especie de carta de presentación, y darle algo de bombo por alguna red social. Al menos de esta forma me leerán los cotillas sueltos entre mis listas de amigos (o conocidos), y los que quieran caerme bien, me dirán que les encanta como escribo y que lo harán siempre que puedan.

En fin, a partir de ahora espero prestarle más atención al blog, escribir algo nuevo más a menudo, y si me apetece que descubráis mi parte homosexual/cursi, esa que dan ganas de vomitar orina de Hello Kitty al verla, pues actualizaré con algún texto escrito en mis momentos de subida a/bajada de las nubes.
Intentaré darle algo de formato, ordenar las entradas por categorías ("Gilipolleces", "Tonterías", "Idioteces", etc.) y hacer que la lectura del blog sea algo entretenida o, al menos, os haga visitar el blog alguna que otra vez para reiros de mí. Pero no prometo nada.

¿Qué más os puedo decir? Que comentéis, me han dicho los de blogger que si quiero que me mantengan esta mierda, tengo que conseguir que la gente se moje y me comente aunque sea con un "xD" que hasta hace unos años no significaba más que un garabato dibujado por un niño de 3 añitos. Y además, si me comentáis me sentiré querido (o no, según lo que digáis) y tendré más ganas de aburriros con mis pamplinas varias.

Ruego me perdonen las disculpas, y sin más que aportar me despido.
¡Hasta la próxima amigos!